Esta animación intenta contestar la pregunta: ¿Por qué las personas pierden el control sobre su consumo de cocaína? Los investigadores observaron la actividad de dos tipos de neuronas en ratones: las neuronas de “impulso”, que promueven los sentimientos de recompensa y la repetición de los comportamientos dirigidos a repetir las experiencias gratificantes, y las neuronas de “control”, que disminuyen estos sentimientos e inhiben esos comportamientos. La cocaína cambió el equilibrio de la actividad fuertemente a favor de las neuronas de “impulso”. Cuando los ratones recibieron la droga por primera vez, el equilibrio volvió rápidamente a la normalidad. Pero cuando los investigadores dieron la droga a los ratones que ya la habían recibido muchas veces, las neuronas de “impulso” continuaron predominando por mucho más tiempo. Los investigadores sugieren que la misma dinámica ocurre cuando las personas consumen cocaína repetidamente, de modo que los episodios de consumo temprano de la droga evolucionan con el tiempo para convertirse en un deseo vehemente perpetuo de buscar la droga. (Vea también el artículo de NIDA Notes en inglés sobre por qué las personas continúan consumiendo una droga que ya no les da placer: Why Take a Drug That No Longer Gives Pleasure?).
Un experimento reciente sugiere una respuesta.
Los investigadores estudiaron el efecto de la cocaína en dos tipos de neuronas en cerebros de ratones.
Un tipo de neuronas técnicamente se llama neuronas receptoras de dopamina tipo 1, pero en esta animación las llamaremos neuronas de impulso.
Las otras neuronas técnicamente se llaman neuronas receptoras de dopamina tipo 2, pero aquí las llamaremos neuronas de control.
Las neuronas de impulso y las de control están situadas en el núcleo accumbens del cerebro. Sin embargo, actúan en diferentes vías cerebrales y tienen efectos opuestos cuando se activan.
Las neuronas de impulso promueven los sentimientos de recompensa y los comportamientos dirigidos a repetir las experiencias gratificantes. Las neuronas de control
disminuyen los sentimientos de recompensa e inhiben los comportamientos que están asociados con experiencias negativas.
Normalmente, los dos tipos de neuronas trabajan juntos para promover opciones saludables de comportamiento.
En el experimento, cuando los investigadores daban cocaína a los ratones, las neuronas de impulso de los animales aumentaron su actividad, mientras que las neuronas de control disminuyeron su actividad. El equilibrio de actividad cambió bruscamente a favor de las neuronas de impulso.
Cuando los investigadores dieron cocaína a los ratones por primera vez, este desequilibrio duró poco. Después de 25 minutos, la actividad de sus neuronas de impulso se había estabilizado y la relación entre el impulso y el control volvió al nivel que tenía antes de haber ingerido la cocaína.
Por el contrario, cuando los investigadores dieron una dosis nueva de cocaína a los ratones que ya habían recibido muchas dosis, el desequilibrio duró mucho tiempo más.
El nivel de actividad de las neuronas de impulso continuó aumentando y predominando sobre las neuronas de control durante todo el periodo de observación de 30 minutos.
Los investigadores creen que esta misma dinámica ocurre en el cerebro humano.
Debido a esto, la persona que consume cocaína siente un fuerte impulso o deseo de consumir más de la droga y tiene una capacidad disminuida para controlar este impulso.
Al principio, esto sólo dura poco tiempo, pero después de un consumo prolongado de la droga, el impulso se mantiene.
Como resultado, el consumo temprano de cocaína evoluciona hacia un consumo incontrolado y la adicción.
Fuente: drugabuse.gov
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