A nuestro juicio las empresas chilenas cometen muchos errores al momento de realizar controles de alcohol y drogas.

No ocupan la matriz adecuada, en la mayoría de los casos en el control pre-ocupacional se solicita un control de orina, este tipo de test abre una ventana reducida de tiempo de consumo por lo que no indica un tipo de consumo recurrente sino puntual, por lo tanto, no es un buen indicador al momento de determinar si una persona consume habitualmente drogas.

En el caso de los test ocupacionales, también se realiza en orina, esta matriz es adecuada para este tipo de control pero en algunos casos y dependiendo de las políticas de cada empresa al respecto se aconseja ocupar saliva, esto se debe a que la saliva indica si una persona está bajo la influencia de la droga en el mismo momento que se toma el test lo que nos permite tomar una decisión más acertada con respecto a qué hacer con la persona que resulta presunto positivo. Otra ventaja del test de saliva, o Drugtest, es que no se necesita baño lo que agranda enormemente las posibilidades de control en terreno.

No se confirman los resultados, la mayoría de las empresas que efectúan test a sus trabajadores no realizan confirmaciones de esos presuntos positivos mediante laboratorios acreditados INN Nch 17025 y presionan a sus trabajadores para firmar una carta indicando que son consumidores para evitar este último proceso. En general los KIT tienen un margen de error debido a sus límites de corte y confusión de compuestos con otros medicamentos lo que hace que al momento de realizar un test un 14% de ellos den un falso positivo, la única manera de aclarar esta duda es mediante una confirmación por cromatografía de masas y la importancia de que este procedimiento este acreditado es para dar respaldo ante la credibilidad legal de dicha confirmación.

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